Un trago al suelo por los que se fueron sin un adios.
Y otro pal cielo abuela sabes que te amo.
Quiero acariciar las nubes, por las veces que pensé que el mundo ardía bajo mis pies.
O muero rico o de un tiro en la sien, demonios en mi cabaret, susurran mientras duermo.
Cuando las luces se apaguen, se claven como puñales tus uñas de gel leopardo.
Me mato cada vez que escribo en mi cabeza solo hay ruido y solo tu sabes calmarlo.
Tu tan cerca y a la vez tan lejos, no encuentro tu mirada en otros ojos.
Yo tan vacio y tan lleno que esta este vaso.
Calada tras calada voy perdiendo peso.
Por toas las veces que luche por un nosotros.
Dile a la muerte que vaya cogiendo atajos.
Que se que no voy a arreglar lo que esta roto, pero juro por mis muertos que quise una vida juntos.
Tu y yo sabemos que lo nuestro era veneno aun que me mate por volver a pasear bajo tu ombligo.
Ya ni yo entiendo lo que escribo latigos a mis latidos a ver si cobro el sentido.
No queda nada de lo que un dia fuimos, tan solo mil baches en el camino, juro que vas a verme brillar aun que ya no estes conmigo, se que pondré en lo mas alto mi apellido.
No queda nada de mi, no queda nada de ti.
Sigo arrancandome cristales de las manos.
Desde que no estas fumo el doble de lo que prometí, dime cuantas veces nos juramos enbano.
Y que no, las mariposas ya no vuelan no, van puñalandome el estomago, hace ya que el cielo perdió el color, sigo acariciandome el cranio con la punta del cañon.
ahora dime que sera de mi, cuando la suerte no me ampare, cuando tus ojos no me miren, de la misma manera que antes, algo dentro de mi si apaga y en cada calada me acuerdo de ti. Se que estas aqui, aun que no lo sienta asi.
