Palermo

Una mañana de abril

Suena el teléfono en casa no dejan dormir

Deshidratado salí

Con mi cabello mojado y cansado corrí

Para encontrarte en Palermo sólo a ti

No me querían abrir

Y en una sala de espera te desconocí

Jamás te portas así

Con tu camisa manchada y tu voz derrotada

Tu mirada me pide estar aquí

Sé que soñaste vivir

En un palacio de vino, madera y marfil

Cuando lograste subir

Te diste cuenta que todos están atrapados

En salones de lujo y de rubí

Yo sé que no eres así

Siempre buscando mujeres de tacón carmesí

Salte de su frenesí

O una tormenta de nieve nublará tu mirada

Y poco a poco tus ganas de vivir