Dime de qué vale que te hundas en los mares y pierdas el control
Dime cómo sabe Dios que todo lo que sufres te lo cura el amor
Hoy te tiendo mi mano y por siempre
Siente que te acompaño con mi voz
Pues nadie supo nunca que el dolor tuvo la culpa de contar mi versión
Son lágrimas de hierro
Fundidas con heridas que no entiendo. No
A veces las entierro
Pero otras las escribo para ver si las comprendo
Voy contando las estrellas
Y por cada una veo males que pasé
Voy contando las botellas
Y por cada una veo males que olvidé
Entiendo que me duela
Si cada vez que amo más de uno juega sucio su papel
Quien no corre vuela
Pero tocando el cielo, se te olvida que este suelo ya no es fiel
Sentí valor, gané más fe
Perdí batallas que ni siquiera libré
Otra vez me vi llorando, pero sé
Que luché pero sin saber por qué
Dime de qué vale que te hundas en los mares y pierdas el control
Dime cómo sabe Dios que todo lo que sufres te lo cura el amor
Hoy te tiendo mi mano, y por siempre
Siente que te acompaño con mi voz
Pues nadie supo nunca que el dolor tuvo la culpa de contar mi versión
Visto lo visto, conversaré junto a Satán
Que, aparte de listo, siempre se junta con el mal
Si en caso me has visto perder mis fuerzas al final
Seré como Cristo, daré perdón sin pedir nada
Que perdonar suena bien, aunque me quiten la piel
Seré testigo de un amigo que siempre me fue fiel
Compartiremos la miel, cada trozo del pastel
Y brindaremos con honor y sabremos por quién
Sentí valor, gané más fe
Perdí batallas que ni siquiera libré
Otra vez me vi llorando, pero sé
Que luché pero sin saber por qué
Dime de qué vale que te hundas en los mares y pierdas el control
Dime cómo sabe Dios que todo lo que sufres te lo cura el amor
Hoy te tiendo mi mano, y por siempre
Siente que te acompaño con mi voz
Pues nadie supo nunca que el dolor tuvo la culpa de contar mi versión
